Otro 5 de enero, y se acaba lo bueno... Pero a lo grande. Después de haber participado el pasado viernes en el recibimiento del Cartero Real, ayer tocaba amenizar la Cabalgata de Sus Majestades, el último de los eventos de estas Fiestas que, gracias a la participación de todo el pueblo, hizo las delicias de grandes y chicos. Esperamos que nadie se haya ido a casa enfadado por no haber conseguido una pelota más, porque la idea es la de disfrutar todos juntos del buen ambiente, y nada como la música para conseguirlo...
La única pena es que, como la Banda iba detrás de las carrozas, no se ha podido disfrutar en condiciones de la música, que no se escuchaba si no estabas al lado. Quizás el año que viene se podía dejar que la banda precediera la Cabalgata... Bueno, es una idea que dejamos caer...
Y después de la Cabalgata, el Ayuntamiento ofreció su tradicional tapeíllo para que todos los participantes pudieran recobrar fuerzas y comentar las anécdotas y chascarrillos del desfile... Otra jornada para el recuerdo.
Ahora sólo queda disfrutar de los regalos los que hayan podido hacer el esfuerzo. Los que no, que no pierdan la esperanza de que este país se convierta por fin en lo que sus gobernantes no dejan de repetir: un país en el que cada vez más gente pueda volver a ganarse la vida dignamente. Es difícil, con lo que estamos viendo a diario, pero sólo se puede confiar y seguir luchando.